30.7.11

Salsa Mc Donalds.

Agarras Mayonesa, ketchup, mostaza, mendicrim, cebolla y no me acuerdo que más;  lo metés en un bowl, revolvés, esperás y tenés la mezcla mágica genialidad de la vida.

Lo curioso es que si bien los ingredientes son de gusto conocido, la mezcla tiene un sabor indescriptible. Puedo decir que es única, riquísima y está lejos de saber un poco a cada cosa, por lo que el sabor "mezcla" también es difícil de imaginar. 

Lo genial de la Salsa Mc Donalds es que es una mezcla de cosas conocidas que tiene sabor propio.

Y por eso tiene nombre propio.
Pero podría no tener ninguno, si no fuese porque nos encanta ponerle nombre a las cosas.

La consigna.

Un avatar que me identifica en distintos lugares virtuales es esa florcita celeste, chiquitita chiquitita y que tiene un nombre con magia.


Las 'No me olvides' son particularmente bonitas, particularmente simples y tienen  como unos pelitos que hacen que se peguen a la tela. Entonces, el nombre se vuelve consigna cuando se le regala la florcita a alguien y esa persona debe llevarla puesta en la ropa.

Al margen de toda la 'mística' de la historia, las No me olvides están ligadas a mi por una cuestión adicional. 

Cuando yo era chica, mi abuela tenía en su casa macetas LLENAS de no me olvides y yo, a escondidas, me agarraba manojos. Entonces después rápido (para que no se sequen)  las  repartía  repitiendo la consigna a cada destinatario.

Un poco en juego. Un poco en serio.
Como con ganas de que sea así:


No me olvides.

28.7.11

Así no es.

Hoy hubiese apretado ctrl+Z en el momento posterior a ponerle sal a mi café con leche, después de pensar "a Flor M. le gusta eso" mientras mordía mi tostada de pan de campo con queso; ponerle "mute" a la vecina de arriba, hacerle un "ring" a las llaves de casa para encontrarlas y poder salir y querer que el ruidito de "eso no se puede" de Windows haya sonado cuando, por error y por miope, me estaba subiendo al 168 en vez de al 160.

Necesito una semana en el campo.

24.7.11

Privilegio.

Mezcla de miedo, adrenalina y vértigo es la sensación que me recorre cuando quedo parada en uno de los boulevardcitos de la 9 de Julio mientras está el semáforo verde. Ése cuadradito de cemento es todo lo que tengo para no morir estampada contra uno de los tantos autos que pasan y pasan y no se le distinguen las ruedas. 

Llego a ese lugar sin querer, quedando atrapada porque el semáforo adelante mío abrió antes de que yo pueda poner el pie en la calle. No puedo hacer más que esperar y, mientras tanto, cerrar los ojos.

De repente el semáforose pone rojoj y el tránsito se frena. Avanzo a paso firme pero me tomo mi tiempo. 

En eso, decido frenarme en la mitad.

Me doy el lujo de pararme en el medio de la 9 de Julio y mirar a los ojos a los conductores inmóviles sobrándolos, sonriendo. Los miro, me miro los pies, miro hacia donde van y de donde vienen. Respiro. Es un momento único, con final anunciado pero mágico. Un privilegio.

El reloj empieza a llegar a cero, sigo caminando y, cuando pongo un pie en lel cordón, el semáforo abre.

Así sigo mi camino poco particular por la vereda. Pero siempre, si los edificios me lo permiten, por la vereda del sol.

Digerir.

Details in the Fabric by Jason Mraz on Grooveshark
 

Digerir

  1. tr. Convertir en el aparato digestivo los alimentos en sustancia propia para la nutrición.
  2. Meditar cuidadosamente una cosa para entenderla o ejecutarla.
  3. Asimilar o superar una desgracia o una ofensa.

Indigestión

  1. f. Trastorno que padece el organismo por no haber digerido bien.


Un Trabajo nuevo.
Tres materias.
Un viaje feliz.
Un final.
Dos días después, otro final.
Un viaje triste.
Un dia de peluquería.
Un tiempo de caminar lejos.
Muchas charlas telefónicas extendidas.
Una cuenta de nueve días.
Un cumpleaños.
Una despedida.
Una bienvenida.
Una cosa.
Un parcial entregado en blanco.
Mañanas con olor a café.
Muchos días de poco sueño.
Un parcial desaprobado por no dormir.
Un seminario de a dos.
Un recuperatorio.
Sábados de sol.
Noches de sol.
Domingo de tormenta.
Otro recuperatorio en lunes de tormenta.
Ratos de sí.
Ratos de no.
Y dejar para siempre de ser alumna.

Todo en cuatro meses.


Hoy tuve que volver a prender la tele.

22.7.11

Desde la escotilla, sueños de libertad.


Nobody can tell you there´s only one song we´re singing
they may try and tell you   
cause it hangs them up to see someone like you.
 
but you've got to
Make your own kind of music, sing your own special song
make your own kind of music, even if nobody else sings along 
You´re gonna be knowing
the loneliest kind of lonely
it may be rough going 
just to do your thing the hardest thing to do

So if you cannot take my hand and if you must going
I will understand.
 
Aunque ésta suele ser la teoría. 
En la realidad, muchos tienen que apretar el botón cada 108 minutos. 

21.7.11

Cuestiones sobre el mundo desde abajo.

Las hormigas podemos cargar cosas de hasta 50 veces nuestro propio peso y 30 veces el volumen de nuestro cuerpo, cualidad que explotamos para construir nuestro nido y llevar comida hasta él.

Somos particularmente fuertes. 

Y pacientes. 
Y ambiciosas.
Y testarudas, un poco.

Pero a la vez particularmente chiquitas; tan chiquitas que los seres grandes se nos suelen confundir con paredes. 

Y eso es realmente peligroso, porque no nos damos cuenta de que no son paredes hasta que se mueven. 
Y eso es realmente peligroso, porque son seres mucho más grandes, realmente pesados, capaces de aplastarnos todo, aun sin darse cuenta. 

Y si. Es así.

Pero algo de valentía también tenemos.
Porque sino no podríamos construir en ningún lado. 

Y porque 50 veces nuestro propio peso, no es poca cosa. 



19.7.11

La suma.

Soul Sister by Train on Grooveshark
 


Últimamente estuve muy en contacto con la cuestión de la gente que, de manera consciente o no, camina el mundo buscando al amor de su vida. Nada más la idea me quema la cabeza. 

Yo sólo busco alguien con quien pasar un buen rato.

Porque si encuentro a alguien con quien pasar el rato y el rato es bueno, voy a querer pasar otro. Si ese otro rato también lo es, voy a querer pasar otro rato y así.

Entonces, en una de esas, después de mucho tiempo voy a verme habiendo pasado muchos ratos al lado de esa misma persona y todos habrán sido buenos. Y así, mirando para atrás descubriría que la suma de todos los ratos equivalen a la vida entera.

Voilá, lo mismo pero totalmente distinto.

9.7.11

Felicitaxis.


Don't Worry, Be Happy by Bobby McFerrin on Grooveshark
 


La quimiotaxis es un tipo de fenómeno en el cual las bacterias y otras células de organismos uni o multicelulares dirigen sus movimientos de acuerdo a ciertas sustancias químicas en su medio ambiente.
La quimiotaxis permite a las bacterias encontrar alimento, nadando hacia la mayor concentración de moléculas alimentarías, o alejarse de venenos.

El movimiento total de la bacteria es el resultado de la alternancia entre las fases de detención y natatorias. Si alguien observa la bacteria nadando en un entorno uniforme, el movimiento se ve como un paseo arbitrario, con un nado en línea recta interrumpido con detenciones arbitrarias que reorientan a la bacteria. 
Las bacterias como  son incapaces de elegir la dirección en la cual nadan, y son incapaces de nadar en una línea recta por más de algunos segundos, debido a la difusión rotatoria. En otras palabras, las bacterias olvidan la dirección a la cual se dirigen. Dadas estas limitaciones, es extraordinario que las bacterias puedan dirigir sus movimientos y encontrar lugares favorables de alta concentración de atrayentes (habitualmente alimentos) y evadir los repelentes (habitualmente venenos).
Si la bacteria siente que su movimiento va en la dirección correcta (hacia el atrayente y lejos del repelente) mantendrá su natación en una línea recta por un tiempo más largo antes de detenerse. Si su movimiento va en una mala dirección, se detendrá más rápido e intentará una nueva dirección al azar (aleatoria). En otras palabras, una bacteria usa sus sensibilidad temporal para decidir si la vida está mejorando o empeorando.


Los seres humanos funcionan algo distinto.

Estudiar, recibirse, trabajar, mudarse, casarse, tener casa propia, tener hijos, trabajar, ahorrar, viajar, jubilarse, esperar la muerte en una linda casa de campo.
Terminar esta carrera, trabajar de esto que me voy a recibir, casarme y compartir la vida con esta persona que tengo al lado, para que sea el (p/m)adre de mis hijos y envejecer junt(o/a)s y morir de la mano frente al calor del hogar de nuestra linda casa de campo.
Recibirme a más tardar a los 25, tener hijos a más tardar a los 35, pero que no se me superponga con el doctorado, porque lo ideal sería hacer el doctorado afuera y tener a mis hijos acá cuando vuelva, cinco años más tarde, claro, a los 30, edad ideal.


Pero cualquiera de estos planes se puede cagar en un segundo por cualquier cosa y después uno no sabe que hacer con las fotos del futuro que nunca llegó a sacar.
Por eso, para mi no, la vida no es una sucesión de deadlines. El camino marcado da seguridad pero no felicidad, en absoluto.


Yo vivo como bacteria, es más, soy Pseudomona (siempre me gustó esa palabra) y habito las manzanas. Es que yo opto por la felicitaxis. 


Y sorprenderme todo el tiempo. 

Escalera.

The Shoop Shoop Song (It's in His Kiss) by Cher on Grooveshark
 


Miércoles pasado, último parcial de la carrera. 
Hoy paro un segundo, me salgo de mi, me corro 10 metros , me miro y me veo.
Ahí estaba, no sólo empezando  a estudiar un día y medio antes sino enterándome de que se trata la materia una día y medio antes. Estudiando el 80% de lo que logré saber en la sala de espera del médico mientras planeaba ir a la peluquería para hacerme color-touch y de paso generar otro espacio de estudio.  Entendiendo cosas básicas diez minutos antes del parcial mientras arreglaba una salida para el finde por mail. Macheteándome fórmulas en esos diez minutos en unas hojas que planeé traspapelar y siendo sumamente cuidadosa con la disposición de lo que escribía y el color de la tinta. Entrando a rendir y mirando con mezcla de fastidio, bronca y regodeo a todos los frikis que hicieron la guía de problemas 3 veces y fueron  a las clases de consulta porque “el ejercicio 4 en vez de darles 5,29 les da 5,4” pensando que no los voy a ver nunca más en la vida. 
Por un momento me pregunto cómo fue que me deschice de la ñoña responsable, que lloraba por el estrés y por no dormir y por no llegar y pensaba 24/7 en la facultad, sintiendo culpa al hacer cualquier cosa que le de felicidad. Dónde tiré el cadáver de esa pecosita que iba con los finales al día y preguntaba en clase y tenía la guía al día y todos sacaban fotocopia de su cuaderno. 
En el parcial me fue como el ·$%&  , pero pienso las razones y me río para adentro y los frikis no entienden y me da más risa.

Los veo de lejos.

Estoy en otro escalón.